EPI

¿Tendinitis o tendinosis ?

Actualmente las tendinopatías son un gran reto para nosotros. Las biopsias obtenidas en pacientes con tendinopatías crónicas no revelan una inflamación importante en la bioquímica celular del tendón, por lo tanto, ¿por qué nos empeñamos en llamar tendinitis cuando deberíamos decir tendinosis, ya que se trata más de un proceso degenerativo?

Las principales alteraciones histopatológicas halladas en el tendón son (Khan KM y Cols 2002):

• Aumento y engrosamiento de la sustancia fundamental y neovascularización.
• Desestructuración y desorganización del colágeno.
• Aumento de la remodelación de la matriz extracelular.
• Anomalías en los tenocitos que incluyen un fenotipo alterado así como distintas áreas de proliferación, apoptosis y metaplasia.

Por otro lado los estudios de microdiálisis (Alfredson H 2004), por ejemplo en el caso del tendón de aquiles, revelan que en las tendinosis crónicas fueron mayores las concentraciones de neurotransmisores excitatorios de glutamato (participa en el dolor), pero no de prostaglandinas E2 (participa en la inflamación). 

También tenemos que tener en cuenta los cambios degenerativos hipóxicos que van a producir una acidificación de la región disminuyendo el aporte de oxígeno en el tejido, necesario para su reparación.

Y por último un aumento de la sustancia P, neuropéptido que interviene en el proceso del dolor y que perpetúa la neovascularización en las tendinopatías hipervasculares. Por lo tanto, para concluir podemos afirmar que en las tendinopatías crónicas se produce un proceso degenerativo y progresivo sobre el que si no se actúa a tiempo y de forma adecuada puede llegar a limitar completamente cualquier actividad y mantener sintomatología crónica.

Cómo actúa la EPI®

El efecto biológico producido por la EPI® es básicamente garantizar la respuesta inflamatoria necesaria para la reparación de los tejidos. Esto proporcionará aparte el aporte de oxígeno necesario.

• Provoca una destrucción de las sustancias mixoides, licuándolas y no afectando a ningún tejido sano.
• Destrucción de la fibrosis adquirida durante el tiempo de reposo o de no tratamiento.
• Facilita el proceso de deambulación de las sustancias químicas citotóxicas (lactato, glutamato) durante el proceso anaeróbico.
• Se produce una neovascularización bien estructura sobre la región traumatizada por la EPI®.
• Provoca un cambio en el PH alcalinizando la zona, parte importante para el aumento de oxígeno y de regeneración.
  
  Después de describir de forma muy resumida los efectos biológicos que nos proporciona la EPI® también tenemos que tener en cuenta el componente mecánico que nos va a ayudar a conseguir una alineación correcta de los tenocitos así como de todas las estructuras, parte importante para una correcta ultraestructura. Esto lo conseguiremos con la ayuda del ejercicio excéntrico. El ejercicio excéntrico es una parte indispensable para la recuperación del aparato locomotor.
  En nuestra clínica aplicamos el ejercicio excéntrico entre los 3 a 5 días posteriores de haber realizado la EPI®, de esta forma garantizamos esta alineación.

Eficacia

Altamente eficaz y lo más importante de todo es que en la mayoría de los casos se puede seguir practicando deporte o cualquier actividad, según el caso y el grado de afectación, pero nunca se recomendará reposo absoluto y que esto es algo muy importante.